viernes, 27 de mayo de 2016

Ejercicios de Watson. Strees loanding



Concepto

Stress Loading fue creada en 1987, Kira Watson y Lois Carlson ellos describen un programa activo para el tratamiento de la distrofia simpática refleja, que llamaron “stress loading”, Este programa contempla dos principios: scrubbing (restregando) y carrying (cargando). En la técnica de “scrub” el usuario parte de la posición cuadrúpeda, utilizando un cepillo de madera liviana, que moviliza en cuatro tiempos hacia delante y luego regresa a la posición inicial, con apoyo completo sobre el segmento afectado. Por ejemplo para el miembro superior, la carga total se transmite desde el hombro hasta la mano en forma perpendicular, con el codo en extensión y aplicando tanta presión como le sea posible. Cuando no se pueda adoptar esta posición, los autores indican el ejercicio en bípedo apoyando el segmento sobre una mesa.

Por lo tanto, el programa es progresivo y comienza con sesiones de tres minutos y juicioso “scrubbing” tres veces al día. Incluye el trabajo en casa repitiendo el ejercicio y el tiempo de duración tal como se practicó anteriormente. Inicialmente, en ocasiones se presenta un aumento del dolor y del edema como parte del proceso normal, que desaparecen a los pocos días del tratamiento. Gradualmente se aumentan 30 segundos diarios en los primeros días hasta lograr un incremento de 7 minutos hacia la segunda semana. Si hay tolerancia se prescriben sesiones de 10 minutos dos veces por día.
La progresión la determinará el fisioterapeuta de acuerdo con la evolución del paciente. El “carry” o  “load” es el segundo en el programa de “stress loading”. Esta parte del tratamiento implica la carga de objetos en el segmento afectado, con pesos que oscilan entre 1 y 5 libras, mientras el paciente permanece de pie o caminando. Sin embargo, la progresión en carga y tiempo se hace de acuerdo con la tolerancia del usuario, porque por experiencia de las autoras, hay compromisos sensitivos que solo permiten la carga de peso por pocos minutos y en este caso es importante recomendar que su transporte se realice con alta frecuencia y con el aumento en tiempo que acepte el individuo. Aunque los autores describieron el programa para miembro superior, este se ha adaptado para el manejo del SDRC en miembro inferior, ya que el usuario apoya su miembro inferior sano sobre un escalón dejando libre el afectado y éste apoya sobre el elemento de madera para realizar el “scrubbing”, con las mismas indicaciones de tiempo y frecuencia. Se recomienda fijar el cepillo con una cinta autoadhesiva al pie, o también a la mano, cuando el usuario rechaza el contacto por alteraciones sensitivas o funcionales, que le dificultan el agarre. La progresión de ésta se puede lograr  utilizando ayudas con pesos ajustables a cada individuo.
Efectos fisiológicos
Fisiológicamente, el método descrito puede tener explicación de su efectividad en los propioceptores articulares como mecanoreceptores los cuales dividieron en dos clases: de adaptación rápida (AR) y de adaptación lenta (AL). Cuando una articulación se estimula de forma continua mediante la presión o el movimiento, los mecanoreceptores rápidos (AR) disminuyen su señal al sistema nervioso central (SNC) mientras que los AL mantienen al SNC “encendido”. Parece ser que el movimiento articular se encontraría mediado inicialmente por los AR mientras que los AL serían responsables de informar al sistema nervioso central sobre la posición de la articulación y las sensaciones de la misma. Así mismo Wike(17) refiere que la estimulación producida sobre los receptores articulares y musculares produce una relajación por vía refleja, sobre la musculatura de áreas como las extremidades inferiores y superiores.





Indicación
En la técnica de “scrub” el “scrub” usuario parte de la posición cuadrúpeda, utilizando un cepillo de madera liviana, que moviliza en cuatro tiempos hacia delante y luego regresa a la posición inicial, con apoyo completo sobre el segmento afectado. Por ejemplo para el miembro superior, la carga total se transmite desde el hombro hasta la mano en forma perpendicular, con el codo en extensión y aplicando tanta presión como le sea posible. Cuando no se pueda adoptar esta posición, los autores indican el ejercicio en bípedo apoyando el segmento sobre una mesa. El programa es progresivo y comienza con sesiones de tres minutos y juicioso “scrubbing” tres veces al día.
Incluye el trabajo en casa repitiendo el ejercicio y el tiempo de duración tal como se practicó anteriormente. Inicialmente, en ocasiones se presenta un aumento del dolor y del edema como parte del proceso normal, que desaparecen a los pocos días del tratamiento. Gradualmente se aumentan 30 segundos diarios en los primeros días hasta lograr un incremento de 7 minutos hacia la segunda semana. Si hay tolerancia se prescriben sesiones de 10 minutos dos veces por día. La progresión la determinará el fisioterapeuta de acuerdo con la evolución del paciente.
 El usuario apoya su miembro inferior sano sobre un escalón dejando libre el afectado y éste apoya sobre el elemento de madera para realizar el “scrubbing”, con las mismas indicaciones de tiempo y frecuencia. Se recomienda fijar el cepillo con una cinta autoadhesiva (velcro, coban, etc.) al pie, o también a la mano, cuando el usuario rechaza el contacto por alteraciones sensitivas o funcionales, que le dificultan el agarre. La marcha es una estrategia de “carry” porque de por sí, proporciona carga al segmento inferior.

Contraindicación
La desensibilización involucra aplicación de estímulos que rutinariamente no producen dolor ni incomodidad, aunque pueden ser no placenteros en el área hipersensible, lo cual no es inadecuado en su rehabilitación. Los elementos que se utilizan dependen del área comprometida y consisten en texturas, presiones, vibración, calor o frío.

La progresión se establece gradualmente desde el estímulo que da una respuesta menor de desagrado, hasta la que produce una respuesta de mayor incomodidad. A medida que un estímulo es integrado sensorialmente, se incorpora el siguiente en la escala de menor a mayor desagrado, incluyendo materiales como por ejemplo:
seda, algodón, texturas rugosas o ásperas.

 La progresión puede tomar muchos días o semanas de acuerdo con los niveles de alteración sensitiva. La desensibilización puede minimizar la respuesta dolorosa a varios estímulos.

Sin embargo en el área afectada la persona puede sentir desagrado ante un contacto con un estímulo particular.

La meta es inhibir o interrumpir la interpretación del estímulo rutinario, como doloroso. Esto no asegura que este estímulo sea placentero o agradable, pero si, que la respuesta dada no sea en extremo dolorosa.

El inicio de un programa de desensibilización lo establece el terapeuta luego de la evaluación juiciosa y de la evolución de cada usuario.

Se le debe informar acerca de lo que puede esperar acerca del tratamiento y de la importancia de su colaboración para la recuperación, reemplazando sus miedos y angustias por conductas funcionales.